En la Confederación Nacional Campesina reconocemos hoy que tras 12 años de olvido, la incertidumbre desaparece para la población rural, pues ya se han implementado medidas preventivas que muestran la voluntad política del gobierno de la República para superar los problemas, que afectan al campo mexicano.
Para mi, resulta de suma importancia el Programa Nacional en Contra de la Sequía, fenómeno que de acuerdo con las autoridades afecta en este momento a casi 500 municipios de estados norteños del país que sufren desde hace años los estragos del cambio climático.
Ahora con este programa se asegurarán 10 millones de hectáreas y 6 millones de cabezas de ganado; se pone en marcha el Fondo de Apoyo Rural por Contingencias Climatológicas, así como la instrucción precisa a la Comisión Nacional del Agua para implementar iniciativas preventivas y específicas, en coordinación con las autoridades locales.
Pero no basta atender las coyunturas que afectan al campo. Tenemos que ser capaces de impulsar la transformación estructural del sector agropecuario de México. Para ello es necesario tener altura de miras y visión de país.
En este sentido los cenecistas hemos dado muestras de voluntad y congruencia en nuestra lucha y hemos encontrado sinergia con la autoridad. Lo hicimos con la aprobación del Presupuesto histórico del Programa Especial Concurrente para el 2013 privilegiando partidas en inversión productiva, en desarrollo de capacidades, innovación tecnológica y extensionismo rural, educación, prevención y manejo de riesgos, así como programas estratégicos como el de la Semilla y Fertilizantes, que tanto se ha pedido a lo largo y ancho de la nación.
La minería social, el desarrollo y competitividad de las ramas de producción, pequeños pozos ganaderos y obras hidráulicas, agricultura de autoconsumo, el proyecto estratégico para la seguridad alimentaria, infraestructura hidroagrícola. En suma, se toman en cuenta los anhelos y los reclamos de los pequeños productores del país.
La región de La Laguna, en los estados de Durango y Coahuila, así como Sinaloa, son los lugares en que el cambio climático ha causado graves daños, al disminuir la producción de maíz, frijol, hortalizas, garbanzo y otros productos importantes para la alimentación.
No obstante, el gobierno no ha dejado solos a los productores, al contrario de las dos administraciones federales anteriores que se negaron a otorgar recursos a los afectados por heladas y sequías, al grado de que se llegó hasta a la controversia presidencial.
0 comentarios:
Publicar un comentario