La Confederación Nacional Campesina gestiona ante las instancias federales y las autoridades de los estados productores, agilidad en el ejercicio del presupuesto de 350 millones de pesos autorizados por el gobierno federal para apoyar los programas de reconversión productiva del tabaco.
Se ha avanzado en la disposición de los primeros 26 millones de pesos para apoyo a los productores de frijol, maíz, sorgo y frutales, que son las opciones que les ofrecen instituciones federales y estatales.
Estos recursos corresponden al programa de reconversión y precisó que se busca no afectar de manera drástica el empleo y los ingresos de los campesinos dedicados a este cultivo, principalmente del estado de Nayarit que, históricamente, ha sido el primer productor nacional de tabaco, con alrededor del 80 por ciento.
Si bien en los últimos veinte años la superficie destinada al cultivo del tabaco ha disminuido, en la actualidad es un producto de interés para los productores, en función de la demanda nacional y la capacidad instalada de la industria.
Sin embargo, en reunión de trabajo los productores de tabaco denunciaron competencia desleal por los altos niveles de importación y contrabando del producto, lo cual deja pocas oportunidades de mantener su cultivo como alternativa de empleo e ingreso en el medio rural.
El tabaco es el principal cultivo que genera empleo de manera permanente en el campo. Se estima que, durante su desarrollo, requiere de más de 2 mil 500 horas de trabajo, equivalentes a 238 jornales por hectárea, en tanto que las hortalizas utilizan 26 jornales y el maíz solamente 6.
La estrategia de reconversión productiva es coordinada por los gobiernos de los estados productores, instituciones federales de apoyo a la producción, los institutos de investigación y las organizaciones de productores.
Esta coordinación garantiza mejores alternativas para los tabacaleros con la promoción de frutales, entre ellos la papaya, el mango y los cítricos, cuyo valor final es mucho mejor que el que ofrece el tabaco.
Es necesario buscar nuevos mercados para esos productos, tanto en el país como en el extranjero, frente a las posibilidades que ofrecen las regiones productoras de Nayarit, Veracruz, Chiapas y Tabasco, donde hace muchos años el tabaco fue fuente de empleo e ingreso de los campesinos.
Actualmente se dedican a la producción de tabaco alrededor de 4 mil productores a nivel nacional, que ostentan en promedio dos hectáreas per cápita. La producción en México solamente representa el 0.26 por ciento de la producción mundial.
De 1989 al 2008 la superficie de siembra del tabaco se ha reducido en un promedio del 75 por ciento, al pasar de más de 16 mil hectáreas, a solamente 4 mil 200.
Ofrezco a los tabacaleros gestionar ante instancias del gobierno federal, programas de organización, capacitación e inversión para optar por otros cultivos que pueden ser más rentables que el tabaco.
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