Lamento que en la “docena Trágica del PAN”, del 2000 al 2012 los abastecedores de las principales agroindustrias del país, la azúcar y la cervecera, hayan caído en desgracia al grado de que en el caso de la cebada se tuvo un desplome del 30 % en la producción.
Reactivar la producción de esta importante rama para mantenerse como la principal proveedora de malta a la industria cervecera nacional e insumo importante en cuanto a forrajes se refiere es todo un reto y desafío.
Querétaro, Guanajuato, Hidalgo y Puebla son los principales productores de cebada en el país pues en 2011 representaron el 88 % de la producción total, sin embargo el potencial sigue siendo muy alto en gran parte del territorio nacional para que México siga conservando la autosuficiencia cebadera.
En el evento realizado en la ciudad de Querétaro con la presencia del gobernador José Eduardo Calzada Rovirosa, hice un reconocimiento al líder saliente, Julio González Muños, por enfrentar con decoro el abandono, la falta de apoyo y de políticas públicas que lograran repuntar la producción de cebada, incluida la crisis financiera internacional de 2009 que tuvo repercusiones graves en la economía de México y las contingencias climáticas ocurridas en el 2011.
En este sentido, Juan Hernández Moreno, como nuevo líder de los cebaderos dijo que las organizaciones campesinas enfrentan hoy el reto de devolver al campo mexicano su eficiencia y productividad, ahora que se respiran aires de cambio, luego de 12 años de estancamiento panista.
En México la producción nacional de cebada, que da empleo directo a casi 25 mil personas e indirecto a unas 800 mil, es pilar fundamental de una de las principales actividades agroindustriales del país, la industria cervecera. No obstante, admitió, el progreso se ha visto frenado debido al aumento de los costos de producción, sumado al de precios en los insumos y a la “desafortunada” intervención política del anterior gobierno, que permitió el ingreso de miles de toneladas de grano libres de gravamen.
Manifiesto mi solidaridad a los más de 160 mil productores de caña del país que desde la semana pasada se vieron obligados a tomar las bodegas de los 54 ingenios del país, debido a que por el continuo desplome en el precio del azúcar, que se toma como referencia para el pago de la tonelada de la materia prima, ahora se paga a los cañeros hasta 40 % menos.
Es por eso que los productores cañeros cenecistas, bajo el mando de Daniel Pérez Valdés, tomaron acciones de supervisión en el proceso para comercializar el dulce desde el pasado 21 de enero.
Con la reducción al precio de la caña es imposible, al igual que sucede con la cebada para la industria cervecera, es imposible cubrir los costos de producción y mucho menos obtener alguna utilidad que haga rentable la producción agrícola de las principales agroindustrias del país.
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