PEDIMOS EN LA CNC A EPN RECUPERAR SOBERANÍA ALIMENTARIA


Una de las propuestas fundamentales de la Confederación Nacional Campesina al próximo gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto, es el de impulsar la producción agropecuaria para que México recupere su soberanía y autosuficiencia alimentaria y trabajar hasta el límite de lo posible para combatir la pobreza y malnutrición en el medio rural.

Hago el llamado a una alianza de productores del campo e instituciones gubernamentales para fijarse metas y aumentar la producción de maíz, frijol, arroz y trigo, así como en leche y carne de las diferentes especies.
Esto es posible de realizar en la medida en que se cumplan cabalmente, en tiempo y forma, los planes y programas de fomento a la producción del campo y se reconozca que a cada aumento de los insumos, corresponde un ajuste en los precios de los productos del campo.
Con estas precauciones sería posible desaparecer las escaramuzas de hambruna en México, de manera particular entre las comunidades indígenas de de las regiones del norte, noroeste, sur y sureste del país.

Lamento que en el Día Mundial de la Alimentación, instituido por la Organización de las Naciones Unidas cada 16 de octubre desde 1981, cifras oficiales revelan que 28 millones de mexicanos sufran hambre padezcan pobreza alimentaria y que en total 52 son ubicados como pobres que a final de cuentas carecen de ingresos para comer adecuadamente.

Lo peor es que países importadores de alimentos como México, se encuentran amenazados por los repuntes de los precios nacionales e internacionales, haciendo que les resulte más caro alimentar a la población. El país compra al extranjero alrededor del 50 por ciento de lo que se consume, principalmente maíz, arroz, trigo, soya; carnes y leche.

Estudios de la FAO recomiendan a todos los gobiernos mantener un nivel de producción agropecuaria en un rango del 75 por ciento de la demanda total y acudir al mercado internacional con el 25 por ciento restante.
No es justo que el productor asuma los aumentos de los costos de producción, como ocurrió a lo largo de las dos administraciones federales pasadas, con las alzas de precios en combustibles, diesel y electricidad, agua, semillas y fertilizantes, maquinaria y equipos de labranza de la tierra, sin que se reflejara en ajustes de precios de comercialización.

Este es un parámetro que debemos considerar a la hora de preparar el Plan Nacional de Desarrollo y los distintos programas sectoriales, si no queremos que el país entre en un estado de emergencia alimentaria y de desequilibrios sociales.

0 comentarios:

Publicar un comentario