DENUNCIA LA CNC HAMBRUNA EN MÉXICO

Hoy en día, en muchas regiones del país se vive en situación de hambruna, semejante a la de Somalia, en el llamado Cuerno del continente africano. Estos diez años de gobiernos panistas han sido una desgracia para el campo mexicano.

No se puede permitir que la mayoría de la población rural se encuentre en situación de pobreza extrema y alimentaria.  
Se trata de la tercera parte de la población nacional y quienes más sufren son los que habitan en las regiones del norte del país, debido a una sequía sin precedente en los últimos 70 años que ha provocado la escasez de agua hasta para el consumo personal.

Urge cambiar el actual modelo de desarrollo para el agro a través de una verdadera política de Estado, donde la producción de bienes básicos como el arroz, el maíz y el frijol, entre otros, tengan un papel de máxima prioridad para avanzar en nuestra soberanía y seguridad alimentaria.Porque en el caso del arroz, estamos muy lejos de la recomendación de la FAO para ser autosuficientes en la oferta de este grano, ya que desde el año 2000 a la fecha se importa, en promedio el 74 por ciento para cubrir la demanda interna.

Por tal motivo insisto en mi propuesta de reforma profunda al campo ya que recuerdo el atropello que una vez más cometió el Ejecutivo Federal hacia el agro, al mandar un presupuesto 2012 del Programa Especial Concurrente (PEC) hostil, castigándolo en más de 34 mil millones de pesos con respecto al aprobado para el año que está por finalizar.
Por eso, los diputados de la CNC dimos la batalla a todo lo que da y logramos incrementar el presupuesto en más de 45 mil millones de pesos, es decir, en más de un 15 por ciento en relación a la propuesta oficial. Sin embargo, en la distribución por vertientes del PEC, la propuesta cenecista fue privilegiar los programas de activos productivos, de desarrollo de capacidades y extensionismo rural, así como el Programa Estratégico de Soberanía Alimentaria, entre otros, pero a final de cuentas se hizo caso omiso de esta negociación.

No se puede tolerar que las partidas de reaseguramiento de cosechas en tiempos en que las sequías, heladas y huracanes han  devastado regiones enteras del país, sean castigadas para aumentar el gasto en programas asistenciales.

En un año electoral, es verdaderamente perverso que el gobierno federal privilegie partidas para cooptar votantes, y deje de atender aquellas que sirven a que las familias campesinas aligeren su situación de incertidumbre y desamparo en que hoy se encuentran.

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