IMPOSIBLE LA RATIFICACIÓN DEL TLC CON PERÚ ANTES DE QUE ASUMA LA PRESIDENCIA OLLANTA HUMALA


Si el sector agropecuario no está de acuerdo, es imposible que el Senado de la República ratifique el Tratado de Libre Comercio entre México y Perú. Más, si Ollanta Humala, quien asumirá la presidencia de ese país el próximo 28 de julio, ha dicho que en cuanto tome el cargo hará una renegociación, lo que da oportunidad al sector campesino mexicano de hacerlo también.

Reitero la voluntad del sector agropecuario para firmar el Tratado de Libre Comercio entre México y Perú (TLCMP), sólo si atienden las demandas de los productores rurales, a los que se ha engañado como es el caso de los del frijol.

Resulta que las secretarías de Economía y Agricultura se comprometieron a resolver la comercialización, entrampada desde hace cinco meses, de los frijoleros del estado de Nayarit. La fecha límite que se fijó fue el pasado 25 de julio, pero como no se ha aceptado el TLC con Perú, el Gobierno ha iniciado la represión con la negación de apoyos a los productores rurales.

A nosotros lo que nos preocupa es que estamos pidiendo que sean excluidos los productos sensibles. Si los empresarios quieren firmar ese TLC con Perú, no tenemos inconveniente; en todo caso, lo que demandamos es fortalecer a las cadenas productivas; un plan estratégico para enfrentar las desventajas, porque a los peruanos producir les sale mucho más barato.

El acuerdo comercial con Perú, pone en riesgo la producción de frijol, mango, lácteos, plátano, espárragos, cebolla, chiles secos, ajo, uva, cítricos, papa y aguacate, además del sector pesquero y fundamentalmente la sanidad pecuaria de México.

Es difícil la firma del TLC con Perú antes de que asuma sus funciones el presidente electo de esa nación sudamericana, porque las diferencias que se tienen con ese país en materia agropecuaria, son alarmantes, al grado de que en México se perderían muchas inversiones en el campo.

Se necesita una reingeniería política pública destinada al campo mexicano, ya que los productores continúan en desventaja y, con todo el presupuesto que el gobierno les destina, no se les puede incorporar al desarrollo.

La política pública del país requiere virarse para que los apoyos institucionales lleguen a los productores y que sean un detonante en el campo; tenemos que resolver el problema de raíz, impulsar el desarrollo del sector primario y luchar por la soberanía alimentaria de México.

El sector rural tiene la mejor disposición para continuar con el diálogo y seguir con las negociaciones del TLC con Perú, antes de que Ollanta Humala asuma su cargo, lo cual implicaría que el Senado de la República convocara a un período extraordinario, lo que se ve complicado, pues faltan sólo dos días.

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