INICIA 2012 CON LA PEOR TRAGEDIA AGROPECUARIA DE MÉXICO

Lamento que el 2012 inicie con la peor tragedia que vive el campo mexicano a causa del cambio climatológico en el mundo que ha desplomado la producción de alimentos en por lo menos 22 estados del país; pero también destacó que es el año de la esperanza ya que se anuncia la derrota del actual gobierno de derecha en los próximos comicios presidenciales.

Repruebo totalmente que 2012 empiece con un aumento al salario mínimo, de apenas dos pesos con cincuenta centavos, totalmente devastado por la creciente carestía que se agudizará con la “cuesta de enero” y de los meses venideros, que en algunas regiones ha colocado el precio de la tortilla hasta en 18 pesos el kilogramo, el huevo y el frijol a más de 20 pesos el kilo y la carne casi en 80 pesos, alimentos básicos que cada vez son inalcanzables para la población que sufre por no contar con una canasta alimentaria indispensable.

Es urgente una reforma profunda al campo, que requiere de una reingeniería institucional, pues las instituciones públicas que apoyan al agro se encuentran disfuncionales, desmanteladas y sin claridad de para qué sirven.
En caso contrario, en 30 años, según estudios de la ONU, México deberá importar el 80 por ciento de los alimentos que requiere su población; por eso, la seguridad y soberanía alimentaria es otra de nuestra prioridades, ya que un país que le apuesta a las importaciones, sin tomar en cuenta la falta de inventarios mundiales y, todavía más grave, el no fortalecer y desarrollar su mercado interno, resulta suicida y pone en riesgo la viabilidad como Nación.

La CNC ha propuesto la reforma profunda al campo, un nuevo proyecto de Nación para el agro, con un modelo de desarrollo nacionalista, que combate la desigualdad social y detona un campo productivo y más rentable.
La helada inesperada en febrero de 2011, dañó las cosechas de los estados norteños; luego una sequia atípica que desde hace más de 80 años no se presentaba; otras heladas tempranas que en septiembre afectaron al Altiplano, una más en vísperas de la Navidad en Sinaloa, el granero del país, y las inundaciones en el estado de Tabasco, afectaron a no menos de 2 millones de hectáreas de cultivos, desastre que sólo ha contado con la indiferencia del gobierno que encabeza Felipe Calderón Hinojosa que se niega a ofrecer el apoyo a los productores, por 10 mil millones de pesos, que recientemente aprobó la Cámara de Diputados.

A la catástrofe agrícola hay que sumarle la ganadera debido a que la sequía ha puesto en riesgo la existencia de casi 9 millones de cabezas, la tercera parte del hato nacional, y ha provocado incluso el desabasto de agua para el consumo humano, principalmente en los estados de Durango, San Luis Potosí, Zacatecas y Chihuahua, entidades donde es más palpable la hambruna que se presenta en territorios indígenas.

Frente a todo esto,  la administración panista se quiere quedar con el poder a costa de lo que sea y de aplicar los recursos aprobados por el Congreso de la Unión de manera lenta, burocrática y con sesgo partidista a favor del Partido Acción Nacional (PAN) en las elecciones del 1 de julio de este año.

2012 es el año del cambio, de que al actual gobierno panista le queda poco de vida y de que es inminente el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder presidencial.

Buen inicio de año para todos. Saludos

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