HAMBRUNA QUE AMENAZA CON EXTENDERSE EN EL PAÍS

Es responsabilidad del Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa la hambruna que se presenta en regiones indígenas y rurales del país, misma que amenaza con extenderse por el veto presidencial al decreto legislativo que dispone la aplicación de 10 mil millones de pesos en ayuda a los habitantes de 22 estados de la República afectados por la sequía.

Lamento que al mandatario no lo conmueva el hambre y la miseria de millones de mexicanos, y condenó la actitud presidencial por su falta de sensibilidad y sentido social al vetar el decreto legislativo en apoyo a los damnificados por el cambio climático.
Considero que la gente del campo y las 22 entidades federativas que han sufrido los estragos en el 2011, nos sentimos profundamente agraviados y ofendidos por la actitud del actual gobierno de derecha, pero confío que se ganará la controversia constitucional sobre el tema.

Contrario a la postura de Felipe Calderón Hinojosa, yo aseguro que sí existen recursos para auxiliar a los productores del agro del país y los argumentos de la administración panista para echar abajo una decisión del Poder Legislativo, son frívolos y vergonzosos, como decir que se actuaría de manera irresponsable para sacarse de la manga esa cantidad de dinero.

Nosotros en cambio sabemos que los subejercicios son una buena fuente para ir al rescate, pues de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación de 2009, superan los 300 mil millones de pesos y van a parar a la Tesorería de la Federación, sin saber el destino final de estos recursos.
Pero si esto no bastara, las reservas internacionales en divisas cerraron en 2011 con más de 142 mil millones de dólares, equivalentes a un poco más de un billón 600 mil pesos; lo que quiere decir que con un “pellizco” de apenas el .06 de esa cantidad, se puede conformar el fondo que se demanda.

Las reservas deben servir para atender esas emergencias, puesto que se está viviendo actualmente una tragedia nacional que requiere de la inmediata respuesta del Gobierno de la República.
Es salomónica la respuesta presidencial de sólo modificar las Reglas de Operación del Fonden, ya que recibir recursos de este fondo de desastres, es el peregrinar más tortuoso que se pueden imaginar cuando hoy miles de mexicanos no tienen siquiera agua potable para beber.

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