El precio de la canasta básica de alimentos y la no alimentaria se han incrementado casi 100 por ciento durante el último año, situación que tiende a agravarse a causa de la fluctuación del peso, a la creciente dependencia alimentaria, los efectos del cambio climático en el campo mexicano y la carestía general que acompaña el alza en la gasolina, el gas y el diesel agropecuario.
Por si fuera poco la propuesta del Gobierno al presupuesto para el sector rural enmarcado en el Programa Especial Concurrente (PEC), sólo va a fomentar la pobreza y las importaciones de alimentos ya que prácticamente desaparece o reduce los apoyos a los productores del agro. Por tal motivo los 86 diputados del sector agrario del grupo parlamentario del PRI se mantienen unidos para cambiar la propuesta de la administración que encabeza Felipe Calderón Hinojosa, por lo que han iniciado ya una negociación difícil para lograr un presupuesto adicional a rescatar en la Cámara de Diputados, para mantener en términos reales lo destinado al campo en 2012.
Requerimos cerca de 55 mil millones de pesos para lograr ese objetivo, meta que no incrementa ningún programa ni componente, por lo que el sector rural no podría ser señalado como el que quiere llevarse todo el presupuesto, tan sólo está tratando de que en términos reales sea igual al de este año que fue superior a los 294 mil millones de pesos.
Hasta junio pasado y, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación (CONEVAL), el costo mensual de la canasta básica alimentaria urbana era de 1,006 por persona, en tanto que la rural ascendía a 705 pesos, valor que se ha incrementado y seguirá haciéndolo a causa de los efectos de las heladas y las sequías en la producción de alimentos, pues únicamente de maíz se espera un déficit de 6.5 millones de toneladas y una reducción de 800 mil toneladas de frijol.
Lo anterior significa, se advirtió en el encuentro con los diputados de la CNC, riesgo de desabasto de alimentos en el país, que el precio de la tortilla llegue a los 16 pesos por kilo en los próximos meses, y que por la inestabilidad cambiaria el precio internacional del maíz rebase los seis mil pesos por tonelada.
El peso se cotiza ya a 14 por dólar, lo que debe tomarse en cuenta porque México importa alrededor del 50 por ciento de los alimentos que demanda la población, además de que se ha reportado que en diversas regiones norteñas del país hay baja disponibilidad de agua para las siembras del ciclo otoño-invierno.
La carestía de la canasta básica de alimentos seguirá en tanto no se suspenda el incremento mensual al precio de los energéticos, como es el caso del gas pues desde el sábado pasado el cilindro de 30 kilos pasó de 375.76 pesos a 379.01 pesos.
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