REFORMA PROFUNDA AL CAMPO PARA QUE DEJE DE SER FÁBRICA DE POBRES

El campo mexicano debe dejar de ser una fábrica de pobres o de ubicarlo como un sector donde se encuentra la población más atrasada y olvidada de México; un espacio que genera problemas al país.

Considero que para lograr esa meta está la reforma profunda al campo, que significa la generación de novedosos paradigmas que den respuesta a los graves problemas que viven las familias campesinas; que los hombres del campo se vuelvan sujetos activos, productivos y capacitados para hacer rentable al campo.

                                                                                                                                                                                                                       Acompañado de diputados, senadores, alcaldes, funcionarios federales y empresarios rurales en el Consejo Político y de Desarrollo Rural de la CNC, tuve la oportunidad de pronunciarme por romper inercias, combatir asistencialismos y lograr que los productores del agro vuelvan  a creer en las instituciones, que quieran a su tierra y le den sentido de pertenencia a su región.

Todo esto es imposible hacerlo si no pensamos en el campo para las próximas generaciones, sobre todo ahora que el ingreso de la gente ha caído en casi 14 por ciento en los cinco años que van de esta administración, por lo que ya sumamos más de de 52 millones de pobres; de ellos más del la mitad se encuentran en el medio rural.

Más aun el reciente informe del CONEVAL, con todo y sus cifras “maquilladas” habla ya de un incremento en la pobreza de 3.2 millones de personas y que más de 21 millones se encuentra en pobreza  alimentaria, lo que es una tragedia nacional por el lado que se quiera ver.

Me referí también al Tratado de Libre Comercio entre México y Perú, cuya no ratificación ha sido un triunfo sin precedente que refuerza el propósito de seguir impulsando la Reforma Profunda al Campo.

Esta reforma, entre otras cosas, significa modernizar y actualizar nuestros  documentos básicos para que esta Organización entre por la puerta grande en las propuestas de políticas públicas dirigidas al campo, a fin de que se transforme como un sector de oportunidades, generador de empleos, de combate a la pobreza, de desarrollo y competitividad, privilegiando el mercado interno y entender la globalización como un complemento a la oferta interna y no como avasallamiento a nuestras fortalezas.

Se debe concebir el sector primario del país como estratégico, garante de autosuficiencia y soberanía alimentarias; lo que implica cambiar e impulsar la creación de instituciones con un diseño moderno, congruente y eficiente; que sean herramientas  de políticas públicas, de la armonización del marco legal, que impulsen la planeación participativa rural, así como una política de Estado que incluyan presupuestos multianuales.