En la clausura de nuestro Congreso Nacional Ordinario, en la cual tuve el placer de contar con la presencia del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto y el presidente del PRI, Humberto Moreira Valdés nos declararmos listos para recuperar la Presidencia de la República.
En el marco de este evento, manifesté que hoy se tiene la oportunidad de recuperar nuestra nación y devolverle a los mexicanos lo que les ha sido arrebatado; la seguridad, la tranquilidad y la certeza de una vida mejor.
Me encontraba frente a más de 12 mil delegados cenecistas de todo el país y me encontré acompañado de los gobernadores de Campeche, Chihuahua, Durango, Quintana Roo, Tlaxcala, Tamaulipas, Yucatán y Nayarit; expresidentes del PRI y exdirigentes de la CNC, que asistieron al congreso de la central que, cabe mencionar, cumple 73 años de su fundación, y dejé en claro que la CNC jamás ha sido pasiva ante los acontecimientos nacionales.
La CNC no puede ser un convidado de piedra en el desarrollo del país y está lista para sumarse a un nuevo proyecto de Nación para el campo, porque cuenta con propósitos claros y objetivos viables.
En Metepec, estado de México, donde se desarrolló el evento, puse a consideración su proyecto de desarrollo agropecuario, forestal y pesquero porque se piensa en las próximas generaciones y de nada sirve recuperar la Presidencia de la República si no se tiene claro el proyecto de nación que se quiere.
La CNC no está por recuperar el poder de la Presidencia de la República para administrar cascarones, por lo que insistí en mi propuesta de reforma profunda al campo, que se basa en que el agro deje de concebirse como un problema y que sea la solución a los padecimientos del hambre, pobreza, marginación, desempleo y que dé paso al estado de bienestar social.
En el congreso se discutió y aprobó la reforma interna de la CNC con un Programa de Acción que define la ruta por cambiar la realidad del campo; la Plataforma Electoral Campesina que plasma las demandas y compromisos como propuesta de la central de cara al proceso electoral del 2012; y nuevos estatutos que restauran la tradición histórica de la campesina.
Lo que vive el país, no sólo es una calamidad, es una desgracia, es una tragedia y recordando a Luis Donaldo Colosio, excandidato presidencial, señalé que es la hora de la unidad y de hacer fuerte a México, de reafirmar valores y del cambio con rumbo seguro para garantizar paz y tranquilidad.
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