EN LA CNC ACUSAMOS A LA SHCP DE NEGARSE A COMPARACER ANTE LEGISADORES

Hoy que por segunda ocasión el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gerardo Rodríguez Regordosa, pospuso su comparecencia ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, lo que confirmó el temor del funcionario a enfrentarse con los legisladores que han cuestionado el fracaso de la Financiera Rural.

Por tal motivo adelanto , a nombre de los 85 legisladores federales cenecistas, solicitaremos que de no comparecer el subsecretario sea el propio secretario Ernesto Cordero Arroyo quien se presente en la nueva sede del Senado de la República, para explicar la política crediticia y financiera  hacia el campo, especialmente el por qué se discrimina al 98 por ciento de los productores del país.

Les recuerdo que el punto de acuerdo presentado por los legisladores data desde el 4 de mayo pasado, lo cual significa que desde hace más de un mes el funcionario no ha cumplido con el exhorto del poder legislativo, seguramente porque la política económica hacia el campo mexicano en los últimos dos lustros ha sido errática, insensible y por si fuera poco, orientada a depender del mercado externo.

“La política financiera del Sector Público dirigida al sector agropecuario es prácticamente inexistente. El sector social no pinta entre los objetivos de la banca del gobierno. La Financiera Rural que debiera ser la Institución por excelencia que apalancara a los productores del campo, tal como está no le sirve al campo ni a los campesinos. Necesitamos una verdadera banca de desarrollo, una banca con visión social, promotora y de fomento del crédito, en condiciones preferenciales y con criterios adecuados a las circunstancia que demandan los campesinos”.

A casi una década de su creación, la Financiera Rural se ha convertido en un obstáculo para el campo mexicano, ya que la principal banca de desarrollo dirigida al sector agropecuario y pesquero de nuestro país dista mucho de cumplir con las expectativas que le dieron origen.

“La Financiera Rural es una banca del gobierno  que ha perdido el objetivo por el que fue creada. Es una banca donde sus resultados dejan mucho qué desear para financiar las necesidades de crédito que demandan los productores sociales del campo. Los funcionarios que la dirigen forman parte de una nueva tecnocracia cuya finalidad es la cobranza, presumiendo el 97% de recuperación de  sus créditos, sin considerar el costo social de los productores”.

La Financiera Rural es una entidad financiera donde la mayoría del monto de sus créditos, caros, incluso por encima de las tasas de la banca comercial, no financian al sector agrícola y se infiere de sus informes, una mayor inclinación por el sector servicios y de comercio. Es una institución sobre-reglamentada que va más allá, incluso, de la banca privada; sus costos son iguales o mayores a los de la banca comercial en comisiones de apertura; exagerados requisitos en cuanto a garantías.

Esto desvirtúa el objetivo de lo que debe ser una banca de fomento; cuenta con personal reducido y con escasa capacitación y conocimiento del sector agropecuario, sin sentido de responsabilidad en cuanto a su función primigenia: el crédito al campo.

El campo mexicano necesita una verdadera banca de fomento y de desarrollo que lo capitalice, que se convierta en una verdadera institución  que arriesgue con los campesinos, que flexibilice procedimientos y requisitos y amplié la oferta crediticia para quien demande de sus servicios.   

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